Japonés

Dos estadounidenses y un japonés reciben el Nobel de Física

Tres investigadores del espacio, los estadounidenses Raymond Davis Jr. y Riccardo Giacconi y el japonés Masatoshi Koshiba, fueron galardonados hoy en Estocolmo con el premio Nobel de Física por sus trabajos en la detección de neutrinos y el descubrimiento de las fuentes de los rayos X en el Universo.

La Academia Suecia de las Ciencias anunció esta mañana la concesión del premio a los tres investigadores y justificó su decisión por los “trabajos pioneros en el ámbito de la astrofísica” que éstos llevaron a cabo a lo largo de su carrera.

Davis Jr. y Koshiba fueron galardonados por los experimentos en los que consiguieron detectar la presencia de neutrinos, que surgen como resultado de la transformación del hidrógeno en el helio,
reacción que supone la fuente de energía del sol.

Anteriores investigaciones establecieron que la masa de helio que surge tras la transformación es inferior a la del hidrógeno, lo cual se explicaría por la creación de dos neutrinos por cada núcleo de
helio transformado.

Sin embargo, los investigadores tenían problemas para poder demostrar la existencia de los neutrinos, de masa ínfima, y que apenas reaccionan con la materia. Por el cuerpo humano, por ejemplo, pasan miles de millones de neutrinos por segundo sin que uno mismo
se percate de ello.

Los experimentos del profesor de la Universidad de Pennsylvania Davis Jr. y, posteriormente, del investigador de la Universidad de Tokio, Koshiba, sirvieron para probar esta teoría y capturar algunos de estos neutrinos.

Davis Jr. fue el único científico que, a finales de los años 50, intentó probar la existencia de neutrinos procedentes del sol e intentó que algunos de los de mayor energía pudieran reaccionar con un núcleo de cloro, formando un núcleo de argón radiactivo.

En los años 60, comenzó un experimento que se prolongó hasta 1994 en el que colocó un tanque con capacidad para 600 toneladas de cloro-etileno dentro de una mina de Dakota del Sur para que los neutrinos reaccionaran con los átomos de cloro para crear argón.

La gran aportación del experimento fue la posibilidad de extraer los átomos de argón, de los que, en los más de treinta años de duración del experimento, se pudieron localizar unos 2.000.

Por su parte, el equipo japonés dirigido por Koshiba construyó un detector formado por un tanque de agua con núcleos atómicos que, al reaccionar con los neutrinos, generaban haces de luz que eran
capturados por detectores.

Los trabajos de ambos investigadores permitieron la fundación de un nuevo campo de investigación y continuaron los del premio Nobel de Física de 1995, Frederick Reines, que en los años 50 logró
mostrar que es posible detectar los neutrinos, aunque en este caso no los procedentes del sol, sino de un reactor nuclear.

Raymond Davis Jr. nació en 1914 en Washington (Estados Unidos), se doctoró en la Universidad de Yale y es profesor emérito del departamento de Física y Astronomía de la Universidad de
Pennsylvania.

Por su parte, Masatoshi Koshiba nació en 1926 en Toyohashi (Japón), obtuvo su título de doctor en la universidad de Rochester y tiene el cargo de profesor emérito de la Universidad de Tokio, donde
desarrolla su trabajo en el Centro Internacional de Física de Partículas Elementales.

La Academia Sueca decidió que ambos compartieran el premio con el científico nacido en Italia pero con pasaporte estadounidense Riccardo Giacconi, por “el descubrimiento de fuentes cósmicas de
rayos X”.

Giacconi estableció los principios para la construcción de un telescopio que detectara los rayos X procedentes del espacio y llevó a cabo experimentos con cohetes para demostrar la …

Sappho, spelled (in the dialect spoken by the poet) Psappho, (born c. 610, Lesbos, Greece — died c. 570 BCE). A lyric poet greatly admired in all ages for the beauty of her writing style.

Her language contains elements from Aeolic vernacular and poetic tradition, with traces of epic vocabulary familiar to readers of Homer. She has the ability to judge critically her own ecstasies and grief, and her emotions lose nothing of their force by being recollected in tranquillity.

Marble statue of Sappho on side profile.

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